Un agroecosistema está formado por múltiples especies (biodiversidad) donde todas ellas juegan un papel fundamental en la regulación de sus poblaciones y que dan lugar a lo que denominamos EQUILIBRIO ECOLÓGICO.
El nivel de biodiversidad de un agroecosistema determina el nivel de riesgo en la aparición de una plaga que es consecuencia de un desequilibrio de la población que ejercía un control sobre ella.
El control biológico es una técnica basada en el uso de organismos vivos para reducir la densidad de la población plaga disminuyendo su riesgo y, por tanto, su nivel de daño en el cultivo.
El control biológico es una herramienta más, que nos permite conseguir el compromiso de conservación de la biodiversidad de nuestros cultivos como la CLAVE de nuestro éxito.
Historia y origen del control de plagas biológico
Charles Valentine Riley se considera el padre del “Control Biológico” cuando en 1888 fue la primera persona que aplicó el control biológico de plagas contra la “cochinilla acanalada”.
Rodolia cardinalis fue introducida por Riley como mariquita depredadora de la cochinilla Icerya purchasii y, desde entonces hasta la actualidad, ambas poblaciones se encuentran en equilibrio como resultado del éxito en su conservación.
Paul DeBach en 1964, define el control biológico como “la acción de parásitos, depredadores y patógenos destinada a mantener la densidad poblacional de otro organismo a un nivel inferior al que se mantendría en su ausencia”
Sin embargo, el control biológico de insectos fitófagos se remonta al año 324 ac en el que los chinos empleaban la hormiga “Pharaon”, Monomorium pharaonis, para el control de plagas de lepidópteros del grano almacenado.
Situación actual del control biológico en la agricultura
Uno de los motivos principales para el desarrollo actual de sistemas de control biológico es la reducción de la utilización de plaguicidas químicos de síntesis
La preocupación que comienza a existir actualmente sobre la salud, seguridad y medio ambiente, y los efectos negativos de los productos químicos utilizados por la agricultura en las aguas, suelos y alimentos, requieren una disminución en el uso de dichos plaguicidas
Además, el control biológico puede ser especialmente importante para su utilización en sistemas en los que el control químico no es económico o efectivo…pudiendo reducir otros problemas asociados con estos sistemas, como son el desarrollo de resistencias del patógeno, reducción de poblaciones de microorganismos/insectos beneficiosos y, por tanto, desequilibrios ecológicos…
El control biológico generalmente tiene efectos más específicos que el control químico, y solo el microorganismo patógeno o la plaga clave se ve afectado, respetando a otros microorganismos beneficiosos y fauna auxiliar (artrópodos que actúan como enemigos naturales de las plagas).
¿Cuáles son las ventajas del control biológico de plagas?
Es un método duradero y eficiente, ya que la existencia de depredadores y parasitoides puede llegar a autoperpetuarse año tras año siempre que exista presa (fitófago) disponible.
Es un método seguro, ya que la mayor parte de los enemigos naturales son bastante específicos y por lo tanto no se ven afectados insectos no perjudiciales para los cultivos.
Es relativamente económico, ya que una vez que los enemigos naturales se han establecido no suele ser necesaria la incorporación de más individuos durante la estrategia.
Es muy respetuoso con el medio ambiente ya que no introduce ningún producto contaminante en los ecosistemas.
En los últimos años se han lanzado al mercado un gran número de agentes de biocontrol: en 1996 existían más de 40 productos, actualmente, en Europa se ha producido un aumento espectacular en los últimos años en cuanto a la cantidad de agentes de biocontrol disponibles (parasitoides, depredadores y entomopatógenos) que ya superan las 125 especies diferentes.
Control biológico de plagas con Fitoser
El control biológico no pretende sustituir completamente a los sistemas de
control químico, puede ser utilizado junto con otras técnicas como parte de un sistema integrado de control de plagas (IPM = Integrated Pest Managament).
El control biológico tiene un potencial enorme, pero se necesita de un
asesoramiento técnico especializado para lograr un control efectivo.
No hay que olvidar que el control biológico tiene unas propiedades y
requerimientos muy distintos a los métodos de control tradicionales, y ha de ser puesto en práctica integrándolo con los métodos y con las estrategias de producción existentes en la actualidad.
El control biológico depende de un funcionamiento efectivo del enemigo natural seleccionado que sea apropiado para cada ecosistema particular planta-patógeno.
La identificación de la biodiversidad de nuestro cultivo es siempre el primer paso en este proceso, el seguimiento de sus poblaciones y la detección temprana de posibles desequilibrios el objetivo.
La pauta a seguir para cada cultivo y zona de producción, dependerá de un estudio a fondo de cada situación particular, permitiendo realizar
intervenciones puntuales integradas en una estrategia de conservación de biodiversidad orientada al equilibrio ecológico de nuestro agroecosistema y su autorregulación natural.
La “piedra angular” de Programa Ceres es la conservación de la biodiversidad particular de los cultivos que trabajamos, diseñando estrategias de manejo orientadas al equilibrio ecológico de tu finca y entendiendo al “agrosistema” como una relación entre todos los elementos que la componen tanto plagas/enfermedades, fauna auxiliar
como nutrición y riego.
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